Nota de mi yo futuro: Este texto está algo obsoleto. No es que no comparta las opiniones puestas aquí, sino que la forma de expresarlas ha quedado algo anticuada, especialmente comparado con como escribo ahora. Así que si decides leerlo, tómalo como lo que es: Las palabras de alguien que tenía ganas de decir algo aunque no supiera del todo cómo hacerlo.
Desde que tengo memoria, no me han gustado las películas de terror. No soportaba la idea de asustarme con una película y pasarlo mal. ¿Qué sentido tenía hacer algo que normalmente te complace, pero que en este caso lo vas a pasar mal? Es por eso que me he mantenido muy escéptico con el género. Sin embargo, creo que fue hace unos años cuando vi El Sexto Sentido que me di cuenta de que las películas de terror no necesariamente van de ponerte cosas feítas con un grito alto que va a hacerte dar un saltito de donde sea que estés sentado. El Sexto Sentido llevó a una cosa que llevaría a otra y…
Y entonces conocí Silent Hill (lo cual ha provocado que ahora el terror sea un género que me interese mucho).
Era un nombre que conocía pero que es como si ahora me preguntases lo que sé sobre Devil May Cry. Es decir, sé que es un hack and slash y que el tío de pelo blanco protagonista se llama Dante y que está hecho por Hideki Kamiya, ese que bloquea a cualquiera en Twitter y que ha hecho también Bayonetta. Pero ya está. No tengo ni idea de la historia, otros personajes, si el reboot hace algo bien…
Pero bueno, Silent Hill. Lo que probablemente me atrapó fue el hecho de que el pueblo y sus monstruos no están ahí porque había que hacer un juego de terror y eso es muy Spooky. En su gran mayoría son representaciones de algo. Por poner un ejemplo rápido, los monstruos en la primera entrega de la saga representan ciertos aspectos de un personaje importante en la trama… Sin embargo, prefiero no profundizar porque parte del encanto de Silent Hill es entrar en un sitio y no saber con qué te vas a encontrar.
Sinopsis rápida de Silent Hill 2 que es el juego en el que me voy a centrar a partir de este punto: James Sunderland es un hombre que viaja al pueblo de Silent Hill ya que su esposa Mary le mandó una carta en la que le dice que está esperándole en “su lugar especial”.
El problema es que Mary lleva tres años muerta.
Volviendo a los monstruos, son… raros. En otras obras de terror tienes o a un zombie, a un espectro/fantasma, o a un payaso yo que sé. No me quejo porque no quita que den mal rollito y algún susto dan, pero es que tú miras a un monstruo de Silent Hill y no solo te entra mal rollo, sino que dices… ¿Qué demonios es eso?
En realidad, esa sensación de “No tengo ni idea de lo que está pasando” es una que aflora cada rincón del juego. ¿Por qué demonios todo el pueblo tiene esta niebla? ¿Cómo demonios hace Pyramid Head para estar ahí sin que nos demos cuenta? ¿Por qué los personajes están en Silent Hill y por qué son así?
Ah, es verdad. Los personajes. Ay dios mío.
Cada uno de ellos ha tenido algo que ha hecho que los vaya a recordar por bastante tiempo. Especialmente James. A lo largo del juego vamos conociendo más sobre él no solo por sus diálogos con los otros personajes, sino a través de básicamente todo. El escenario, las notas y mensajes que vamos encontrando, los monstruos (¿Recuerdas que dije que no están ahí porque sí?). Incluso los varios finales nos cuentan las distintas formas en las que James habría afrontado la situación y por tanto, que no se limita a una sola forma de actuar y todo depende de las acciones que haya ido haciendo (Si no miras el cuchillo, no tendrás ideas que te llevarán al final malo)
Y aunque James es claramente el personaje más complejo del juego, los demás también tienen temita. El siguiente párrafo contiene spoilers medios sobre los secundarios que no te arruinan nada de la trama principal pero aún así te recomiendo pasar al siguiente párrafo directamente si no has jugado Silent Hill 2.
De hecho, sigo sin saber exactamente por qué, pero tanto la primera muerte de María como el tener que matar a Eddie me dolieron bastante. Con la primera me quedé en shock. No había podido hacer nada por salvarla. Y con Eddy cogí el rifle simplemente porque quería agilizar la pelea y que el mal trago se me pasara lo antes posible. Y Angela tres cuartos de lo mismo. Me dio pena y rabia que una persona tan dañada simplemente se marchara con el fuego por toda la sala mientras nos dice que esa es su realidad todos los días de su misera existencia. Y ese es el punto de Silent Hill como lugar para estos personajes: Enfrentarse a los demonios que habitan su cabeza. Algunos lo consiguen como James en algunos finales y otros no lo logran como he mencionado con Eddie y Angela. Pero lo que está claro es que quienes se adentran en Silent Hill (con algunas excepciones claro) no son gente que está muy sana mentalmente. Menos Laura, pero al ser un poco maldita hija de su madre, no contrasta demasiado con la rareza de los otros personajes que se va encontrando James durante su viaje por el pueblo maldito.
Al principio del texto, he mencionado que nunca he sido fan del terror. Así que tal vez te preguntes ¿Y cómo le ha sentido un juego de terror a alguien a quien no le gusta el género?
Bien y mal.
Bien porque agradezco que casi no haya jumpscares y mal porque bueno. Me he cagado con la atmósfera. Supongo que también es que he jugado al juego con el vecino haciendo obras y a veces no sabía si el ruido que había escuchado era del juego o de la otra casa. Y también porque admito que un jumpscare es un AY QUE SUSTO y ya está. Pero Silent Hill 2 no te va a dejar tranquilo la mayoría de las veces. La radio avisando de un enemigo pero sin saber dónde está, lo siniestro de solo escuchar los pasos de James y nada más o Akira Yamaoka haciendo de las suyas con su (magistral) banda sonora. Y aunque el miedo no se vaya a ir, voy a acabar jugando los demás Silent Hill al contrario de lo que haría con algún otro juego de terror (aunque ahora que lo pienso, tal vez es por que quiero saber como continua la historia y como pueden intentar meterme miedo de distintas formas) así que algo bien ha hecho.
Y creo que ya está. El juego no es perfecto y tiene fallos como algunos puzzles han envejecido mal, los controles de tanque no son muy agradables hasta que te acostumbres y que los jefes no te exigen mucho. Pero de todas formas, lo he disfrutado enormemente y me veía en la necesidad de escribir sobre él. Así que eso, me despido con la OST de Akira Yamaoka que no he dicho que me encanta, y este hombre se ha convertido en mi cuarto padre no oficial.