El año se acaba y como ahora mismo medio mundo está haciendo listas de los mejores juegos del año (y la década), me apetecía sumarme y escribir un pequeño comentario sobre los 5 juegos más destacados que he tenido el placer de jugar este 2019 porque no hay nada como divagar sobre por qué este juego en concreto me ha gustado mucho mucho. Pero antes dos cosas:
La primera es que en esta lista incluyo juegos que NO son de 2019. Simplemente son los que he tocado por primera vez este año.
Lo segundo que quería decir son dos menciones honoríficas que no he puesto en la lista porque no los he jugado, pero tienen algo que no quiero dejar pasar como si nada. Ahí van:
NieR: Automata (Platinum Games, 2017)
Algo común que les ha pasado a los jugadores de Nier Automata, es algo así como “Vine por la waifu, y acabé llorando”. Es lo normal cuando no conoces a Yoko Taro, que se ha hecho famoso solo por el hecho de que siempre lleva una máscara de uno de los personajes del NieR original. Pero su “Qué demonios” no termina ahí y se extiende como es obvio, a sus juegos. En Nier Automata en concreto Taro nos hará plantearnos conceptos como qué significa ser humano, el (posible) sentido de la vida y por qué no podemos dejar de tararear la canción de la tienda de Emil.
Bromas aparte, y el motivo por el que quiero hacerle una mención, es porque el final E me ha parecido uno de los mejores finales que haya visto en obra audiovisual alguna. ¿Qué por qué? Por ser capaz de trascender su medio y transmitir un mensaje bastante importante.
Kind Words (lo fi chills beats to write to) (Popcannibal, 2019)
Te ha llegado una carta de un anónimo que lo está pasando mal. Dice que su familia no le está tratando bien y se siente perdido en la vida. Es en ese momento donde tienes la opción de responderle con una carta. También puedes hacer lo opuesto y escribir una carta desahogándote y mandársela a un completo desconocido. El objetivo de Kind Words es hacer sentir bien a las personas. Por animar y ser animado. Es un concepto demasiado bonito para ser verdad. Pero lo es. Es cierto que existe la posibilidad de que salga algún jugador a decir alguna estupidez, pero se reporta y ya. Aparte de que sería un tanto cruel. Y pues eso.
Ahora sí, el Top 5 de los videojuegos que he jugado este año:
5. Untitled Goose Game (House House, 2019)
Metal Gear Ganso o el gansojuego para los amigos, es el típico juego que se te ocurre un día de coña y piensas “Jaja, que gracioso” pero te vas a dormir y se te olvida porque no sabes desarrollar videojuegos. Esto mismo les pasó a los de House House excepto en el último paso. ¿El resultado? Que cada vez que me reía con algún gag, pensaba “¿Dónde ha estado este juego toda mi vida?”. Y es que el juego se basa en encarnar a un ganso (al que no nos engañemos, se le acaba cogiendo cierto cariño) que se dedica a molestar a los habitantes de un pequeño pueblo inglés. Lo sorprendente es como el juego es capaz de hacerte sentirte como dios por encerrar a un jardinero fuera de su jardín o que unas señoras te aplaudan por hacer las típicas cosas que hace un ganso pero que no conlleve que les arruines el día de una forma muy miserable a los humanos y sentirte mal por ello. De hecho, uno se pasa la mayor parte del tiempo riéndose por casi todo lo que haces. Hasta ver al ganso caminar es gracioso. Además de que es bastante sencillito de controlar e incluso puedes hacer que alguien que no esté muy metido en esto de los videojuegos juegue y se lo pase bien. Es corto y me ha llevado unas 3 horas acabarlo, pero definitivamente merece la pena solo por las risas que te puedes echar.
4. Super Smash Bros. Ultimate (Nintendo, Bandai Namco y Sora Ltd, 2018)
A veces, me dedico a pensar en el hecho de que algo como Super Smash Bros exista. Un juego de lucha en el que es posible ver a Mario, un personaje de Animal Crossing, Charizard y Cloud Strife pegándose de hostias en la isla de Wii Sports Resort mientras suena Megalovania de fondo. Y aún con este absurdo que roza el puro fanservice, Masahiro Sakurai (director del juego) y todas las personas que han trabajado en este juego se marcan un homenaje a la industria de los videojuegos que funciona como un juego de lucha que cualquier persona puede aprender. Sin complicarte la vida con combos (aunque existen y son devastadores en manos de jugadores profesionales) y viendo como los personajes vuelan por toda la pantalla. Pero lo de la accesibilidad y el fanservice ya están de una forma u otra en otras entregas. ¿Qué trae de nuevo Ultimate? Pues si parece poco, ser la entrega más completa de la saga. Todos los personajes de anteriores entregas vuelven dejándonos una plantilla base de 74 luchadores (sin contar los uchadores Eco o los DLC), 103 escenarios (hay que tener en cuenta que en la versión de Wii U había 56) y más de 900 canciones. Una burrada. Tal vez ese sea su pequeño problema y es que se basa más en pulir lo establecido por las otras entregas que traer cosas nuevas. Sí, tenemos los espíritus y el modo para un jugador, pero no creo que nadie se compre el juego por eso. Pero la verdad también es que con cada entrega es más difícil innovar. Aún así, he disfrutado mucho Smash Bros Ultimate y disfrutaré el resto de horas que le eche…
3. Dark Souls (From Software, 2011)
Algo que hasta los no seguidores de la saga Souls conocen, es que sus juegos son difíciles y que cada vez que sale un juego “difícil” da igual de qué género sea, ten por seguro que habrá un periodista escribiendo un artículo sobre como ese juego es el Dark Souls de lo que sea. Es un poco injusto, porque cuando te dignas a jugar cualquier juego de la saga, te encuentras con juegos cuya dificultad tampoco es la del primer Ninja Gaiden. Me explico.
Dark Souls te pide dos cosas. En primer lugar, que juegues con cabeza. Por ir a lo loco no vas a cargarte al jefe más rápido, sino que lo más probable es que se te agote la barra de resistencia, te den tres golpes y ups. Has muerto. El juego te anima a que seas más meditativo. A aprenderte los patrones de ataque para que sepas en qué momento meterle un espadazo y en que momento alejarse y tener una oportunidad de recuperar salud. A observar el escenario y ver si lo puedes utilizar a tu favor. Y es que puede parecer que solo hay hostilidad en el mundo. Pero no siempre es así. El punto fuerte de Dark Souls es la libertad con la que te deja afrontar sus retos. Si esta estrategia que estás usando no te funciona, puedes volver a intentarlo o probar otra cosa. Coger otra arma u armadura. Practicar con enemigos más débiles el parry. Invocar a aliados para que la aventura no se te atragante (Que sí, que el Lecho del Caos se pasa esto por el forro pero es un jefe de 26).
Aún así, existen ciertos puristas que dicen que si no juegas en con X clase y sin invocar o utilizar magia blablabla, entonces no estás aprovechando al máximo el juego. No concuerdo para nada con esta afirmación. Resulta muchísimo más satisfactorio saber que has vencido a ese jefe con TU estrategia, te haya resultado más fácil o no. Porque al fin y al cabo, Dark Souls mide con la misma vara a todos los que se adentran en su mundo. Incluso gente que se ha pasado el juego sigue fallando en aquella parte del juego que en su primera partida también le costaba. De esto solo se libran los speedrunners y los que se lo pasan con plátanos.
2. Minecraft (Mojang, 2011)
(Mis comentarios se refieren específicamente al modo Supervivencia que es donde he pasado el 80% del tiempo, pero en cierta forma también puede contar para el Creativo y los servidores online)
Este 2019 ha sido el décimo aniversario de la primera versión de Minecraft y eso ha provocado que de repente, el juego por excelencia de los cubitos vuelva a estar de moda. Pero al contrario que cuando estaba de moda allá por 2013 o 2014, ahora la mayoría de los jugadores no son niños que se dedican a gritar a otros jugadores. Tampoco es que ahora Minecraft sea la comunidad más sana del mundo, pero al menos es agradable. Además de que se mira al juego de Mojang con cierta nostalgia.
Aquellos amigos que se conectaron por última vez hace 6 años, los mundos donde hacían el tonto… Me animé a tener mi primer contacto con el juego (en el sentido de jugarlo y no ver gameplay o toquetearlo durante 15 minutos) en Julio y el resultado es…
Increíble. Al igual que en Dark Souls, Minecraft te da libertad para afrontar tus objetivos como te dé la real gana. Solo que aquí es incluso más acentuado debido a la naturaleza procedural del juego. El único “objetivo” es derrotar al Ender Dragon. Es cierto que para ello necesitas craftear ciertos objetos y bla bla pero ya está. Tienes la libertad de si quieres construir un castillo de arena, picar directamente hacia abajo, ir con un set completo de Diamante o utilizar como arma unos huevos… Esta libertad es lo que hace único al título y lo que hagas entre medias es completamente opcional. En mi caso por ejemplo me he hecho tres casas. Una principal al lado de una piscina de lava y justo al lado una piscina de agua, una casa hecha completamente de cristales en el aire para ver a los monstruos por la noche con seguridad y una casa en las montañas conectada con la principal por unos raíles. Podría no haberlo hecho pero ahí está. Y otra cosa que me parece de lo más valioso del juego, es la paz. Sí, es cierto que los monstruos no son muy pacíficos. A lo que me refiero, es a esos momentos donde te relajas del día que hayas tenido construyendo tu casa u observando el paisaje. Es ahí cuando la banda sonora de C418 entra en escena. Es totalmente aleatoria cada vez que escuchas una canción, es como si el juego te hubiera dado un premio en forma de Dry Hands. Y voy a decir algo que se tenía que decir: Sweden es un himno videojueguil.
1. Silent Hill 2 (Konami, 2001)
Ya he hablado de Silent Hill 2 en mi anterior post así que considero una tontería repetir aquí algo que no haya dicho ya allí. Supongo que como mínimo aportaré por qué está en el número 1.
Pues porque se ha convertido en uno de mis juegos favoritos y cuando te pasa eso es que tienes que ponerlo en el primer puesto. A ver, no es solo por eso, me parece un juegazo de principio a fin (salvo el momento más terrorífico: no encontrar el punto de guardado). Es el que más he disfrutado de los 5 y eso es lo que cuenta porque al fin y al cabo, es mi lista y mi opinión.
Pero basta de mentiras. El verdadero motivo por el que Silent Hill 2 me ha vencido es por el final Perro. Cada segundo de este final es lo mejor que nos ha dado el medio en los últimos 60 años.
Y ahí termina la lista. He disfrutado mucho con cada juego y espero que el año que viene pueda disfrutar de más y quién sabe. Tal vez les escribo un pequeño texto. Aunque ahora mismo el único en el que estoy pensando es Animal Crossing: New Horizons o Silent Hill 3 o 4…
Feliz 2020 :)
