[Cortos] Katamari Damacy me recordó que tocar hierba es bueno

Philia
4 min readJun 16, 2023

El otro día me desperté sintiendo un estado de ánimo extraño. No estaba bien pero tampoco se podía decir que estuviera mal. Me sentía relajado pero a la vez inquieto. Era bastante raro y algo que sabía que no podía ignorar así como así. Pero dio la casualidad de que esa mañana tenía que ir al campo cerca de mi pueblo. Cuando voy me gusta darme unas vueltas mientras pienso en mis cosas y aprecio el paisaje, aun sin ser tan idílico como los campos de girasoles en Japón. Tampoco me quejo.

La cosa es que mientras camino me voy fijando en ciertos detalles a mi alrededor. Un gatete comiendo su comida tranquilamente. Hormigas correteando de un lado para otro. Flores cuyos amarillos brillantes se mezclan con la hierba verde. No he mencionado que el día estaba muy nublado e incluso antes había llovido, pero de repente noté sobre mi piel los rayos del sol colándose por un hueco que habían formado las nubes. Nada de lo que he mencionado era algo increíble ni llamaba la atención hacia sí mismo. Aún así, ver el curso de la naturaleza transmitía una sensación fascinante. Se estaba bien.

Esta situación me recordó a Katamari Damacy, un juego que si por algo se caracteriza, es probablemente por ser uno de los que instauró la frase «Es muy japonés». Sé que precisamente por eso uno podría pensar que no hay relación con la anécdota que acabo de contar, pero solo hay que dejar que me explique un momento.

Katamari Damacy va de pegar objetos cotidianos (y no tan cotidianos) a una bola que da nombre al juego por escenarios que van aumentando de tamaño progresivamente. Al principio vas por la habitación de una casa, después la casa entera, luego el barrio… Te haces una idea. Todo lo que recojas, desde tenedores, hasta coches, pasando por adolescentes y elefantes tiene su propia descripción en una enciclopedia que puedes leer.

Lo que me fascina es que las descripciones son muy interesantes, porque el que sea que las escribiese tuvo que plantearse desde un concepto muy básico para qué sirven ciertas cosas que damos por sentado.

También hay veces en las que se pone filosófico/melancólico y da para descripciones muy memorables.

Si ves una hamburguesa, probablemente pienses “Comida rápida”. Pero Katamari le da un pequeño giro y dice algo como “Carne, queso y montones de otras cosas deliciosas metidas en un panecillo.”

Prácticamente es como pensaría un niño y estando acostumbrado a como funciona el mundo, a veces se me olvida lo fascinante que puede llegar a ser, incluso en cosas tan minúsculas como las que he mencionado antes. Es una oda a fijarte en los pequeños detalles y ver que la tierra es más compleja de lo que parece a simple vista.

De hecho, Katamari muestra como no tienes que hacer como yo e irte en mitad de un campo para tener estos dramas existenciales. No puedo saber desde dónde estás leyendo esto pero me apuesto lo que sea a que basta con que mires un momento en otra dirección para ver varios objetos compuestos por distintas piezas y materiales lo cual multiplica la cantidad de cosas que ves. Ya sea un piano, un árbol u otro ser humano.

Es por eso que la frase de “Tocar hierba” para mí es simultáneamente un meme y algo que digo de forma genuina. Porque no estoy acostumbrado a sentir las briznas de hierba y esa sensación que te dan las plantas, la tierra o el viento es algo especial, incluso si no sabría explicar exactamente por qué.

No tiene más. Simplemente me parece algo bonito.

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Philia

Aprendiendo a escribir y pensar sobre videojuegos. twitter: @distarche